El Ministerio de Cultura anuncia el reconocimiento y declaratoria de Bien Cultural de las técnicas para la elaboración de las flores de papel enceradas del municipio de Quezaltepeque, La Libertad, publicada en el Diario Oficial n° 210, tomo n° 429, con fecha del 20 de octubre de 2020.
No se sabe con certeza cuándo nació la flor de papel encerada dentro del territorio quezalteco, pero de acuerdo con el acta municipal de 1902, aparece registrada como producto que circulaba dentro de la ciudad como un oficio tradicional, pero según las artesanas más longevas, este oficio de las flores de papel enceradas es más antiguo y data de antes de 1902.
La investigación para concretar la declaratoria de Bien Cultural de las técnicas para elaborar las flores de papel enceradas fue realizada por la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural a través de la Dirección de Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), en articulación con la Alcaldía Municipal, el Comité de Desarrollo Turístico de Quezaltepeque, la Mesa de Artesanos y la Comisión Nacional para la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE), con quienes se establecieron las medidas de protección y salvaguardia
Para hacer la declaratoria se consideró que las técnicas de elaboración de flores de papel enceradas —que se transmiten de generación en generación por tradición oral y procesos de enseñanza no formal— son parte de la identidad del país y de la ciudad de Quezaltepeque, donde cada año y previo al 2 de noviembre se puede apreciar el comercio en las calles, negocios y casas particulares, que se llenan de flores enceradas y anuncian el tradicional Día de los Santos Difuntos.
Asimismo, se consideró que la tradición posee valor cognitivo-científico, por tratarse de un sistema complejo de conocimientos; valor tradicional, porque representa para la comunidad de artesanos y el municipio de Quezaltepeque una tradición que los distingue; valor simbólico, porque la expresión representa valores, sentimientos y pensamientos que los particulariza y que son compartidos por la comunidad de artesanos; y valor social, porque existe una expresión organizativa y una estructura social que hace posible la recreación y reproducción de la expresión cultural, la cual se refleja en los talleres artesanales.
“Las flores enceradas tienen un sentido de belleza y estilo desde que el herrero crea los fierros, el cortador que perfora los pliegos de papel para crear las plantillas, estas plantillas serán pintadas a mano con tintes sintéticos, hasta elaborar las piezas o flores de papel enceradas, un producto atractivo, colorido y de estima para los compradores. Las flores de papel en sus ensamblajes no utilizan equipo ni herramientas industriales para ser elaboradas, pero poseen aquellas técnicas más particulares, la habilidad, el aprendizaje adquirido y que se transmite dentro de los talleres en el seno familiar”, indica el documento de declaratoria.